
Por Hervé Roten
Nacido el 4 de septiembre de 1892 en Marsella, Darius Milhaud procedía de una antigua familia judía del Comtat Venaissin. Se describía a sí mismo como «un francés de Provenza y judío» [1]Darius MILHAUD, Ma Vie heureuse [1974], París, Belfond, 1987, p. 9. Sus padres eran músicos aficionados, y su madre conocía la tradición de las canciones judías provenzales. Desde los siete años, Milhaud aprendió a tocar el violín y a componer. En 1909 ingresó en el Conservatorio de París, donde estudió armonía con Gustave Leroux, contrapunto con André Gédalge, composición con el organista Charles-Marie Widor y orquestación con Paul Dukas. Al mismo tiempo, completó su formación con el compositor Charles Koechlin.
Entre 1916 y 1918, Milhaud pasó una temporada en Brasil como secretario de embajada de Paul Claudel. Allí descubre el folclore sudamericano y los ritmos exóticos que se expresarán en sus obras emblemáticas, como Saudades do Brazil (1920-1921) y Le bœuf sur le toit (1919). De vuelta a París, participa en la breve aventura del «Groupe des Six» (Francis Poulenc, Arthur Honegger, Germaine Tailleferre, Louis Durey, Georges Auric y Darius Milhaud) creado en torno a Jean Cocteau, principalmente como reacción al impresionismo y al wagnerismo.
En 1923, durante una estancia en Estados Unidos, descubrió el jazz, cuyos ritmos utilizó en la composición de su ballet La Création du monde (1923).
Su producción siguió siendo abundante hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando se vio obligado a huir de la Francia ocupada, tras ser incluido en dos listas de proscritos: por judío y por compositor de arte degenerado. En 1940 se marchó a Estados Unidos, donde el director de orquesta Pierre Monteux le ayudó a obtener un empleo como profesor de composición en el Mills College de Oakland (California). Entre los alumnos de Milhaud se encontraban el pianista de jazz Dave Brubeck, el compositor de variedades Burt Bacharach y los fundadores del minimalismo estadounidense Steve Reich y Philip Glass.

Autor de una obra prolífica (¡443 números de opus!), Darius Milhaud abarcó todos los géneros: ópera, música de cámara, música sinfónica, conciertos, ballets y música vocal. Su lenguaje musical está marcado por la politonalidad y la polirritmia. Se inspiró tanto en el jazz como en la música brasileña, africana y judía provenzal.

Algunas de las obras judías de Darius Milhaud se inspiran en temas litúrgicos de su Comtat Venaissin natal. Es el caso, en particular, de su Etude sur des thèmes liturgiques du Comtat Venaissin que incluye la melodía tradicional de la oración Lé’ha dodi indicada en la p. 124 de la colección Chants hébraïques suivant le rite des Communautés Israëlites de l’ancien Comtat Venaissin de Jules Salomon y Mardochée Crémieu (1885).
Ex audio 1 : Lé’ha dodi – Aire tradicional en el Comtat Venaissin (extracto)
Ex audio 2 : Etude sur des thèmes liturgiques du Comtat Venaissin (extracto)
El tema de la oración Adon olam en el Service sacré du samedi matin sigue el modelo del motivo melódico del canto de la circuncisión Berushim atem, también señalado en la p. 186 de la colección de Crémieu.
Fuentes: Ircam ; Milken Archives ; Esprits Nomades ; Musicologie.org
El IEMJ posee varias partituras manuscritas o impresas firmadas por Darius Milhaud.
Consultar el catálogo de las grabaciones sonoras de Darius Milhaud conservadas en el IEMJ
Leer el artículo Le Candélabre à Sept branches de Darius Milhaud
Escuchar la lista de reproducción de Darius Milhaud y sus obras inspiradas en la tradición judía
| 1 | Darius MILHAUD, Ma Vie heureuse [1974], París, Belfond, 1987, p. 9 |
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