
Por Ephraïm Kahn
Piyyut • פיוט
Nombre común masculino, derivado del latín y, a través de este, del griego, este término es el primero en hebreo que designa la poesía estrictamente hablando. Inicialmente de uso exclusivamente litúrgico (entre los siglos V y IX d. C.), se amplió en la cultura judeoandaluza (entre los siglos X y XIV d. C.) para incluir también la poesía hebrea profana.
Hoy en día, el término piyyut evoca principalmente el canto religioso (litúrgico o paralitúrgico) y colectivo, a menudo entonado en comunidad o en familia.
A continuación, presentaremos un esbozo de la influencia de esta poesía-canción tradicional en la canción israelí contemporánea.
Adaptación musical de piyyutim
La reinterpretación de los piyyutim en la música israelí contemporánea adopta diversas formas. Algunos artistas conservan las melodías tradicionales tal cual, como en el famoso Im ninʻalu interpretado por Ofra Haza (1957-2000). Otros, en cambio, incorporan composiciones originales. Por ejemplo, Beri Sakharof (1957-) desarrolló un proyecto titulado Adume ha-Sefatot a partir de los poemas de Ibn Gabirol, mientras que Etti Ankri (1963-) revisó los escritos de Yehuda ha-Levi. Meir Banai (1960-2017) también desempeñó un papel crucial en la evolución de esta corriente musical.
A lo largo de los años, la creación de marcos dedicados a la canción tradicional judía, como el Festival de la Canción Jasídica, ha contribuido de manera importante al desarrollo de este tipo de música.
Esta tradición está experimentando actualmente un importante auge, impulsado por un aumento de la religiosidad en la sociedad israelí, que ha dado lugar, en particular, a fructíferas colaboraciones entre artistas contemporáneos y paytanim (intérpretes de piyyoutim). Cabe señalar que la mayoría de estos proyectos se basan en textos escritos en la tradición de la poesía hebrea andaluza. Esta última, gracias a su métrica rigurosa y regular, se presta especialmente bien a las adaptaciones musicales.
Textos inspirados en piyyutim
Más allá de las versiones, algunos compositores israelíes, dotados de una amplia cultura literaria clásica, crean canciones inspiradas en los piyyutim. Estas obras a veces incluyen guiños a la poesía litúrgica hebrea.
El ejemplo más conocido es sin duda el de Naomi Shemer en la canción Yerushalaim Shel Zahav. Además del guiño en las primeras palabras del estribillo (véase, por ejemplo, Avot de-Rabbi Natan 6: 3), está la última frase del estribillo: lekhol shirayikh ani kinnor («yo soy, para todas tus melodías, un laúd»), que es una referencia directa al poema de Yehuda ha-Levi: Ṣiion halo’ tiš’ali («Oh, Sión, ¿no te preguntarás?»).-tu donc pas »).

Otro ejemplo es la canción Had Gadya de Chava Alberstein (1947-), en la que la autora e intérprete transmite un mensaje político, desviando la letra y el tema del piyyut para renovar su significado.
En los últimos años, este fenómeno ha experimentado una expansión, especialmente en la obra del autor e intérprete Ishay Ribo (1990-). Cabe destacar que, en ocasiones, se inspira en piyyutim de la escuela del piyyuṭ ‘ereṣ isr’aeli (siglos V-IX d. C.), que son más arcaicos y oscuros.
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Un ejemplo divertido de invención léxica en un piyyut, que encuentra un eco inesperado en una canción contemporánea, se puede encontrar en el poema Adon Olam. El texto de esta plegaria contiene una hemistiquio particular: aḥare kikhlot hakol (literalmente: Después, cuando llegue el fin de todas las cosas), mientras que la formulación convencional debería ser aḥare kelot hakol (Después del fin de todas las cosas). Esta expresión hebrea de origen litúrgico acabó entrando en el lenguaje corriente, especialmente en el hebreo moderno.
Al adaptar La chanson des vieux amants (La canción de los viejos amantes) de Jacques Brel al hebreo, Naomi Shemer utiliza esta expresión en el siguiente verso:
. הן אחרי ככלות הכל, היה לי כישרון גדול להזדקן איתך ביחד
Hen aḥare kikhlot hakol, haya li kisharon gadol, lehizdaken itakh beyaḥad
A fin de cuentas, he tenido mucho talento para envejecer a tu lado.
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Con sus temas, ideas y palabras, el piyyut, que ha acompañado durante siglos la historia espiritual y artística de Israel, sigue inspirando a los letristas contemporáneos. Sus palabras milenarias son a veces adoptadas, a veces modificadas, para entrar en diálogo con la realidad actual.



