Por Laure Schnapper
Los hermanos Henry y Émile Deutsch -que añadieron «de la Meurthe» tras la pérdida de sus Alsacia y Lorena natales para expresar su apego a Francia y distinguirse de los demás Deutsch- se asociaron con su padre Alexandre en el comercio del petróleo. Su negocio, que se convirtió en una de las tres principales empresas refinadoras de Francia, pronto se extendió al Mar Caspio, Croacia y España[1]Véase Tristan Gaston-Breton y Sonia de Panafieu, La famille Deutsch de la Meurthe. D’hier et d’aujourd’hui 1815-2010, Pour mémoire, 2010..
Al igual que su hermano, que tras la Primera Guerra Mundial financió la creación de la Ciudad Universitaria con la Fundación Émile et Louise (de soltera Halphen) Deutsch de la Meurthe, Henry fue un gran filántropo, que puso su fortuna al servicio de sus dos pasiones: la aeronáutica y la música.
Uno de los fundadores en 1895 del Automobile club de France y en 1898 del Aéro-club de France, Henry creó varios premios entre 1900 y 1909 para fomentar el desarrollo de la aeronáutica, entre ellos la Copa Deutsch de la Meurthe[2]Para más detalles, véase Sophie Mouton, « De l’aviation à la Cité universitaire. Philanthropie et patriotisme chez les Deutsch de la Meurthe », Archives juives, vol. 42, 2009/1, p. 105-117..
Al mismo tiempo, fue uno de los mecenas más generosos de la Société des grandes auditions musicales de France, presidida por la condesa Greffulhe, y de las temporadas musicales organizadas por Gabriel Astruc. Astruc era hijo del rabino progresista Aristide Astruc, que le había proporcionado su educación religiosa. D. de la M. subvencionó la representación de la Salomé de Richard Strauss en 1907 (5.000 F), la temporada rusa en 1909 (10.000 F) y la temporada italiana en 1910 (12.500 F), pero sobre todo fue uno de los principales accionistas del Théâtre des Champs-Elysées (50.000 F por 100 acciones), que Astruc inauguró en 1913.
También fue un generoso donante de la Association des artistes et amis de l’Opéra (Asociación de Artistas y Amigos de la Ópera), que proporcionaba una pensión a los artistas, y se convirtió en su presidente, tomando el relevo de Isaac de Camondo, su fundador, a la muerte de éste en 1911.
Gran aficionado a la música y miembro electo del Consistoire central israélite de France, también se dedicó a la composición. Escribió arreglos de oraciones para el nuevo culto consistorial en uso en la Gran Sinagoga de la Victoire y, a partir de 1900, publicó melodías (Douze mélodies, publicadas por Grus hacia 1909), la mayoría basadas en poemas de Camille de Morlhon -un aficionado a los coches que se convirtió en su secretario-. También compuso piezas para piano, así como Icare, épopée lyrique en 3 tableaux, basada en un poema de Henri Cain, orquestada por Camille Erlanger. Fue la primera obra escénica conocida inspirada en la aviación, siendo Icare también el nombre que Henry D. dio a un aerobús acuático. La obra se representó en la Ópera de París el 19 de diciembre de 1911, durante una velada benéfica organizada por Astruc en beneficio del Aeroclub de France. Su uso de los motivos se inspiró en Wagner, de quien era un ferviente admirador[3]Para un análisis de Icare, véase Frederico Lazzaro y Marie-Pier Leduc, « Le rêve et la science : Henry Deutsch de la Meurthe, Icare et la musique aéronautique en France avant la Première Guerre … Lire la suite y cuyas óperas había escuchado en Bayreuth en 1891 y 1892.
Muchas de sus composiciones se inspiraron en su pasión por la aviación, como demuestran la melodía Vers les cieux (à la conquête de l’air) de 1909, Balade aérienne para piano y violín (1901) y varias piezas para piano solo. En Santos-valse (1901) rinde homenaje al piloto brasileño Alberto Santos-Dumont, que acababa de ganar el premio instituido por D. de la M. al conseguir cubrir en dirigible la ida y vuelta entre Saint-Cloud y la Torre Eiffel en menos de 30 minutos; en En dirigeable. Souvenir du “Ville-de-Paris” 1907-1908, recuerda su propio dirigible, el «Ville-de-Paris», que regaló a los militares en 1907 tras la pérdida de su dirigible, el «Patrie».
Las piezas para piano En automobile (1901), que describe las peripecias de un viaje y de la que existe una versión orquestada por Camille Erlanger, y En métro (1902), atestiguan su interés por los medios de transporte más modernos, ya que la primera línea del metro de París se inauguró en la Exposición Universal de 1900 y la segunda comenzó en 1902.
En estas piezas, D. de la M. se esfuerza por describir musicalmente los detalles técnicos, como «arrancar» o «poner en marcha el motor», “frenar”, «cambiar de dirección», «frenar»… según las indicaciones escritas en la partitura, que evocan los intertítulos del cine mudo de la época y prefiguran los textos humorísticos que puntuarán algunas piezas para piano de Erik Satie. En cuanto a la música, evoca la que acompañaba al naciente cine mudo, y el escenario de En automobile puede compararse con la película Accident d’automobile de los hermanos Lumière, estrenada en 1905. También en este caso, demuestran el extremo interés de Henry tanto por la cultura como por la innovación técnica.
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1 | Véase Tristan Gaston-Breton y Sonia de Panafieu, La famille Deutsch de la Meurthe. D’hier et d’aujourd’hui 1815-2010, Pour mémoire, 2010. |
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2 | Para más detalles, véase Sophie Mouton, « De l’aviation à la Cité universitaire. Philanthropie et patriotisme chez les Deutsch de la Meurthe », Archives juives, vol. 42, 2009/1, p. 105-117. |
3 | Para un análisis de Icare, véase Frederico Lazzaro y Marie-Pier Leduc, « Le rêve et la science : Henry Deutsch de la Meurthe, Icare et la musique aéronautique en France avant la Première Guerre mondiale », Intersections, Revue canadienne de musique, 39/2 (2019), p. 61-117. https://www.erudit.org/fr/revues/is/2019-v39-n2-is07232/1091838ar/ |